Micro historias del encierro

Las diferentes comunidades civiles han salido a hacer micro historia, a llenar los vacíos. “La asombrosa desaparición de siete millones de niños españoles por el coronavirus” es el titulo de una entrevista publicada por el periódico El confidencial donde el profesor de la Universidad Complutense, César Rendueles, reflexiona sobre la visión adultocéntrica de las políticas oficiales en España, con esta crisis,  cuando se habla de las niñas y niños únicamente como si fueran “pequeños contagiadores asintomáticos” a quienes es menester encerrar, y no como parte de una población con particularidades, sujetos de derecho y de especial protección.

A falta de políticas especializadas en infancia, madres y padres resultan los responsables de imprimirle a la cuarentena una mirada centrada en sus niñas y niños, incluyéndolos en lo lúdico, participativo, construyendo con ellos explicaciones sobre la realidad, jugando a los doctores e inventando tratamientos. Una niña de la escuela de este barrio salió ayer con “un palo santo” y lazó “humos  de hadas” a los vecinos para que se rían y se vaya el virus, mientras su papá improvisó con la guitarra, una canción que compone con las palabras que su hija le dicta: Razpunsel, sale en todas las canciones: https://www.youtube.com/watch?v=ieN66apeipk&feature=push-sd&attr_tag=powL5nBEdy7EK8X5%3A6 

Otro niño juega al “veo veo” con sus vecinos a gritos, cuando salen todos a la ventana y otro pequeño estrena un micrófono: ”Hola Don Pepito, Hola Don José” y todos sus vecinos cantan respondiendo por sus ventanas. Como todavía no es la hora de salir, se despide a gritos: “nos vemos a las ocho” a lo que los demás desde sus ventanas responden: si!

El 20 de marzo se improvisaron pequeñas fiestas con globos por las ventanas para celebrar y agradecer a las niñas y niños su entendimiento y humor vital para enfrentar esta crisis al interior de sus casas y las médicas y los enfermeros dieron respuesta a la fiesta que oyen todas las noches a la misma hora; micro celebraciones que han dejado de ser solo aplausos para convertirse en micro conciertos de un minuto con panderetas, cacerolas, flautas y guitarras.

Porque en la macro política, el escenario no es tan optimista: a las familias de escasos recursos de Madrid, que dependen de los comedores de las escuelas para alimentar a sus hijos, el gobierno de la comunidad les tiene una “solución”: les distribuyen “vales” que canjean en Telepizza. 

Los niños de familias que tienen derecho a la “renta mínima de inserción” con la derecha al frente, están siendo alimentados por Telepizza todos los días de esta larga treintena. Atrás, están los vínculos del gobierno del Partido Popular con las grandes empresas y el “lobby agroalimentario” pues la Consejería de Educación tiene como asesor y evaluador, a la Fundación Española de la Nutrición, en cuyo patronato está la Nestlé, Mc donalds, Coca Cola, Quirón Salud Campofrío, Pepsico y por supuesto Telepizza. 

Lo mismo para el sistema de salud. A nadie se le ha olvidado que durante la gestión de Esperanza Aguirre en Madrid de 2003 a 2012 se des financió todo el sistema público de salud y en nombre de “la eficiencia” se potenció la gestión de la iniciativa privada. Hoy la opinión pública conoce el dato de que el gobierno del PP desvió tres millones de euros de la construcción de hospitales públicos para financiar la campaña de Aguirre, al tiempo que se clausuraron casi 3000 camas hospitalarias en el sistema público y se dilapidaron millones en la construcción de siete hospitales privados.

Paradoja ha sido que la misma Aguirre y su esposo, ingresaron al hospital público por corona virus y el 19 de marzo se publicó en medios de comunicación. No han sido pocos los que se acuerdan muy bien de la ex presidenta de la comunidad autónoma,  enfrentándose con los agentes sanitarios en esa misma institución con petulancia y soberbia, cuando se manifestaban contra la privatización, durante su gestión. El 23 del mismo mes fue dada de alta y no le quedó más remedio que reconocer la excelente atención en la institución pública donde decidió irse a curar, durante su enfermedad. Parece que ese hospital público “fue muy eficiente”.

Pero más allá de palabras técnicas lo que parece que convoca de esta crisis es lo profundamente frágil que los humanos nos acordamos que somos. Y el reconocimiento de que la única manera de hacernos un poco menos vulnerables, es reconociendo nuestra existencia, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, de encierro a encierro.

Es lo que hicieron los sanitarios en el video que ahora circula donde acusan de recibido: las médicas y demás personal en centros hospitalarios han grabado un video donde aplauden de regreso:  “les hemos oído, aplaudiendo en los balcones, y ha sido muy emocionante. Estamos juntos en esto, y nosotros estamos dispuestos a darlo todo, ¿nos ayudas? quédate en casa. Este aplauso ahora es para ustedes

Balconing es un pseudo anglicismo que se ha usado para nombrar los saltos que dan  los turistas borrachos desde el balcón o terraza de su hotel hacia la alberca, pero en esta crisis ha cobrado otro significado: se trata de usar el balcón para vincularnos y gritar bien fuerte que de ésta tenemos que salir con un fortalecimiento de lo público y un cuestionamiento serio a la gestión privada de los servicios públicos como bien grita en su articulo Iratzu Varela (https://www.pikaramagazine.com/2020/03/haz-balconing-del-bueno/)

 ¿porque de qué si no, va a servir aplaudir, celebrar y bailar  adultos y  niñas esta crisis que confirma la dimensión colectiva que tiene la salud? 

6 comentarios

  1. María Elena
    marzo 27, 2020

    Muy cierto y ya no hay que nombrar la palabra de la enfermedad para no darle fuerza
    Un besito

    Responder
  2. Guadalupe Ordaz
    marzo 27, 2020

    Querida Andrea, esperanzador tu texto, en el sentido de la dimensión colectiva de la salud y de tantas cosas más. Cada viñeta que narras de lo que hacen niños y niñas coloca lo colectivo a centro.
    Muchas gracias por este bello texto.
    Cariños.

    Responder
    1. Andrea
      abril 13, 2020

      Gracias a ti por leerlo y comentarlo. Un abrazo gigante

      Responder
  3. Adriana
    marzo 29, 2020

    Me encanta tu narración de las pequeñas hazañas personales y familiares de esta crisis.

    Responder
  4. Benno
    marzo 30, 2020

    Gracias dear, lo veo como un mensaje que llega del futuro.
    Benno

    Responder
  5. Ángel Nuñez
    marzo 30, 2020

    Qué bonito texto, que sería de esto si todos, como tú, encontrámos la inspiración en cuanto nos sucede en estos días, adelante… un besote!!

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *