Taller escritura terapéutica feminista

Taller escritura terapéutica feminista

La palabra es medicina.
Impartido por: Andrea Angulo Menassé

 
 

 

 

Taller escritura terapéutica feminista

La palabra es medicina.
Impartido por: Andrea Angulo Menassé

 
 

 

 

¿Por qué la escritura terapéutica?

La escritura terapéutica tiene la magia de transformar lo inmodificable. Los significados adscritos al pasado no son marcas permanentes. Con el arma de las palabras podemos enmendar lo que la realidad ha intentado que se escriba en piedra. La escritura terapéutica tiene el poder de alterar las lentes, el color de los hechos vividos y tejer esperanza donde antes había confusión.

El objetivo es abrir espacios de reflexión colectiva y creación de redes a partir de la escritura terapéutica. A través de espacios planteados como taller, las participantes tomarán el lápiz como arma para narrarse y compartir escritos, analizar experiencias y resignificar el poder que tienen sobre su historia.

¿Por qué la escritura feminista?

Los feminismos con todas sus vertientes son propuestas críticas de reflexión y debate que aportan elementos teóricos para cuestionar las maneras oficiales de conocer y escribir.

Las epistemologías feministas, así en plural porque son muchas y confrontadas entre sí, han ido conformando un corpus de conocimiento fértil desde donde escribir desde lo emocional se vuelve un sitio epistemológicamente indispensable.

Reconocer las emociones, identificarlas, nombrarlas, simbolizarlas y sometarlas a un auto escrutinio amable; en vez de condenarlas, aislarlas, negarlas o ignorarlas: esa es la propuesta.

Escribir para confirmar y visibilizar nuestra observación dentro de lo observado. Convertir la vida cotidiana en algo susceptible a ser escrito y re escrito. Trascender ese lugar vertical producto de la “doctrina de la inmaculada percepción” para dejar claro dónde estamos nosotras en nuestro escrito, cómo escribir sin escondernos detrás de la narración, cómo situarnos (Haraway) antes, durante y después de escribir lo que somos invitando a los hechos a contaminarse de subjetividad.

Atrevernos en la inmersión en nuestro universo narrativo. Explicar nuestra mirada y no solo lo que miramos. Dar cuenta de la mirada que somos (EZLN). Jugar con lo poético, dejar de tenerle miedo a las palabras, escribir desde las dudas y no solo desde las certezas.

Dejar por escrito la particular forma en que habitamos nuestro sufrimiento.

Modalidad de trabajo: Las participantes escribirán sus cicatrices y a partir de escucharse compartirán resonancias, coincidencias y diferencias con otras escribientes. El espacio representa una invitación a reflexionar por escrito sobre la manera en que nos hemos narrando, al tiempo que tomamos postura frente a esta narración. Se leerán textos de autoras publicadas como ejemplo de quien ha aprendido a poner la palabra al servicio del entendimiento.

Las heroínas de esta gesta seremos cada una de nosotras en el acto de apropiarnos del lenguaje para entender mejor nuestro proceso y contarlo.

Se busca que la escritura se convierta en un espacio seguro para historizar nuestra vida, un paréntesis donde se toma aire y se hace un alto. Un lugar donde no existe la necesidad de probar habilidades o capacidades gramaticales ni ortográficas, porque lo que importa es que lo narrado sea psicológicamente significativo. Se busca construir un oasis temporal en el que cada una pueda refugiarse y encontrar el consuelo que su propia palabra otorga. Una burbuja donde acompañadas, podamos reflexionar sobre la manera en que hemos construido nuestra autodefensa.

Una vez que se experimenta el poder de la palabra como rampa impulsora se aprende a domar el malestar al tiempo que se les entiende como respuesta normal de un cuerpo sano viviendo contextos enfermos.

La escritura terapéutica feminista funcionará como un recurso a desarrollar en el espacio temporal del taller como una estrategia que internalizada, puede funcionar para transformar en texto la tensión de la vida cotidiana de la mano de Jeanette Winterson, Martha Sainz, Valeria Luiselli, Vanessa Springora, Brenda Navarro, Allana Portero, Camila Sosa, Eve Ensler, Gabriela Wiener y otras escribientas.